La formación es el pilar de la Fosje
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La formación es el pilar de la Fosje

Unos emocionados, otros releyendo sus partituras, casi todos afinando sus instrumentos para sacar el mejor sonido de ellos, los estudiantes de la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador –Fosje– y los docentes de la Filarmónica de la Juventud Ecuatoriana se preparaban para recibir talleres de instrucción musical que iniciaron el pasado lunes y culminan hoy martes 22 de febrero, a cargo de una misión de músicos venezolanos.
Ulises Ascanio (jefe de misión), Luis Barazarte, Julián Ramos y Jairo Hernández, son quienes durante nueve días impartieron los talleres, que forman parte del proyecto Fosje ‘Acción social por la música’, el mismo que a lo largo de 15 años ha dado formación musical a niños y jóvenes de Quito, Guayaquil y Esmeraldas.
Desde el pasado 14 de febrero, en las instalaciones de la Fosje, en lo que fuera el Municipal Tenis (en el norte de Quito), 150 músicos han interpretado una y otra vez partituras de Tchaikovsky, entre otras composiciones de afamados músicos que forman parte del repertorio del concierto que esta noche ofrecerá la Sinfónica en la Casa de la Música, a manera de cierre del taller.
Este proceso se inició el 2011 con una novedad: 90 músicos profesionales ya forman parte de la Filarmónica de Docentes de la Juventud Ecuatoriana; en enero de firmaron sus contratos con el Estado ecuatoriano.
En 1995, un grupo de músicos bajo la dirección del maestro Patricio Aizaga comenzó un proceso de formación musical, bajo el nombre Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador. Así, la Sinfónica juvenil inició un programa de becas estudiantiles para cerca de 60 niños de toda clase y condición social. “Los primeros años fueron difíciles”, recuerda Karina Trujillo, directora de Relaciones Públicas y Comunicación de la institución. “Muchos de ellos (sobre todo los chicos de provincia) vivían en el segundo piso de la Fundación”.
Luego de más de 12 años de capacitación musical, el 2008 los becarios ofrecieron un concierto en el cual quienes entonces formaban parte de la Sinfónica Juvenil pasaron a la Filarmónica de Docentes de la Juventud Ecuatoriana. Y desde el 2011, quienes empezaron hace mucho como pequeños músicos ahora son docentes calificados para impartir música, reconocidos por el Estado. “La inversión que ha hecho el Estado se ve reflejada en estos nuevos músicos y docentes”, acota Trujillo. Algunos de estos nuevos profesores son muy jóvenes, como Alexandra Morocho, quien entona la flauta traversa y tiene 17 años.
Ella, al igual que los demás estudiantes y docentes, recibió talleres con los maestros venezolanos. Estos talleres se dividieron en clases de cuerdas, a cargo de Ulises Ascanio y Luis Barazarte; vientos, con Jairo Hernández; y maderas, con Julián Ramos. Los docentes recibieron instrucción durante la mañana (de 09:00 a 13:00), mientras que los niños y jóvenes lo hicieron por la tarde (de 15:00 a 19:00).
Todos estaban emocionados por participar de estos talleres. Un ejemplo de esto es el caso de Victoria Robalino, docente de la Fosje. Ella fue una de los primeros jóvenes que ingresó a la institución hace 15 años, cuando tenía 17 años. Ahora, como profesora, muestra toda su pasión y dedicación por la música. Durante todo el taller, cada mañana las 08:50 sin falta llega a las instalaciones de la Fosje, saluda con algunos colegas y pronta, se dirige hacia el auditorio donde se reúnen todos los músicos de cuerdas. Afinando su instrumento, espera sentada al maestro Ascanio para empezar el taller. “Tener aquí a los maestros venezolanos es una inyección de energía, una inyección de amor por lo que hacemos”.
Tras una larga inyección de energía, tanto maestros como estudiantes terminan con sus frentes empapadas de sudor. “Uno sale cansado de estos talleres. Hay que dar lo mejor de sí para sacar el máximo provecho de estos chicos”, dice Ascanio tras impartir clases. Por su parte, Luis Barazarte señala que si el trabajo sigue de esta manera, “esta Sinfónica se va apuntalando a ser un referente de la música académica de la región”.

La trayectoria y los apoyos

Durante sus 15 años de vida, la Fosje ha trabajado con la malla de estudios del Conservatorio Simón Bolívar de Venezuela – Fesnojiv, bajo la dirección del maestro José Antonio Abreu. Este sistema, según la misión venezolana, “se caracteriza por trabajar primero el oído y luego la parte académica”. Los frutos que ha brindado este sistema se ven reflejados en los méritos que ha dado la UNESCO a la Fosje: ‘Artistas de la UNESCO por la Paz’ (1999), y ‘Logros en la Educación Musical’ (2004).
La Fosje, a través del programa Sinfonía por la Vida, creó en 2010 el coro infantil Voces Unidas con Fe y Alegría, conformado por más de cuatro centenares de niños y niñas de las Escuelas de Fe y Alegría de la capital.
Para fortalecer su programa de formación, esta institución ha recibido, en este año, donaciones de instrumentos por parte de las embajadas de Alemania y de España. La primera, en febrero del 2011, ha donado 14 instrumentos entre flautas, clarinetes, trompetas, cellos, violas y un trombón. Mientras que se espera que el cargamento con las donaciones hechas por España llegue durante semana.

Fuente: El Comercio
Nota original: www.elcomercio.com



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